sábado, 26 de julio de 2008
Gris.
Descansa lluvia
que llega a tus brazos
el vuelo de los pájaros grises
y sus alas
calmarán tu llanto.
Descansa lluvia
que la tarde se apaga. Descansa.
Mi carne
que postrada te ve
llorará sangre
tarde sola.
Y en la médula de tu calmo encanto
esas aves del día triste
bajarán a beber de ella
e ígneo el resultado quedará sobre la tierra
pues fundida
su roja y ardiente bebida
con tus lágrimas sobre el suelo
las contagiará
de la malsana melancolía
de ese etéreo sentimiento
que mana .....de la tarde
...................y de mi carne
y el brebaje
como una paciente espina
les llegará al corazón
y sus alas se quebrarán
sólo de la pena
y sus cuerpos desfallecerán
solos de dolor.
¿Y qué te quedará tarde?
Si mi carne está muriendo.
.
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